Viña Rock 2008, ocho personas en un Seat Marbella,
llamadle panda, siempre será un coche estrella.
Para empezar fiesta privada, unos pocos elegidos
van mojando su garganta y entrenando a sus oídos
Llega el jueves, desde Uruguay La Vela Puerca,
preparando la acción, que la cordura no tiene oferta,
las paranoias de amparo vuelan canción tras canción,
nos enseñan a decir lo de adiós mi corazón.
La bondad y la malicia nos traen una falsa alarma,
saltando la barricada nos agenciamos algún arma.
La marea llevo al rastro los restos de nuestra voz,
trasegando en tu agujero con una resaca atroz.
Emir Kusturica dejó una Latinoamérica reincidente,
un vicio que va en aumento, una Dolores valiente
Molotov llegó al ambiente, y después de medio episodio,
rumbo hacia el día siguiente nos fuimos comiendo el odio
Llega el viernes, terapia de choque con Huecco,
un apache y su guerrera van dejando un llanto seco,
Los Suaves al escenario y nosotros al campamento,
pan bimbo, embutido y queso nuestro único alimento.
Entre devotos y mentiras aparece un Toterreno,
cuidadito con los progres, pues no ofrecen nada bueno,
esperando a Canteca unos ladrones hicieron pleno,
nos jodieron el concierto unos amigos de lo ajeno
Sábado, tan despistaos que nos dejamos las linternas,
sólo pudimos bailar a la luz de vuestras piernas,
y entonces llegó Xhelazz, la soledad comienza,
dadme dolor real a fin de que el imaginario no me venza.
A una Fuga de palabras fuimos bajando despacito,
p’ aquí p’ allá de morón, la luna en vela hizo su rito,
apareció un muchachito y nos llevo soñando a un sueño,
donde el bombo se hace grande y el infierno muy pequeño.
Llegamos al final, para nosotros cierran los mejores,
desde Zaragoza ciudad llegan siempre Violadores,
el micro y yo un amor loco, y el Ballantines como forma de vida,
ya perdida por la mujer y la bebida, sólo queda la despedida